Descripción
La toalla que utilizas para secar tu rostro importa mucho más de lo que te imaginas. Cremas, mascarillas, sérums, todos son perfectos para conseguir una piel sana y radiante; pero más allá de las múltiples prácticas y aplicación de productos específicos, existe un pequeño detalle al que rara vez se le presta atención y que en definitiva debería ser tu nuevo punto de enfoque: tu toalla facial
Y no, aunque pareciera una completa exageración lo cierto es que este hecho (por insignificante que parezca) no es algo que deberías descuidar, pues puede ser capaz de marcar la diferencia entre un rostro perfecto y uno al que le sumen alergias y brotes. Lo cierto es que por cuestiones de practicidad, terminamos utilizando una sola toalla (para el cuerpo, las manos y la cara)
Así que la toalla que utilizas para secar tu rostro sí importa, ¡y mucho!
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Sucede que los restos tanto de las cremas y las fragancias que utilizas en tus manos así como en tu cuerpo y cabello tienden a quedar atrapados en la tela, misma que al utilizarla puede provocar que tus poros se obstruyan, ocasionando infecciones que derivan en irritación, erupciones e imperfecciones. Para ello, resulta esencial utilizar una toalla exclusivamente para tu rostro, la cual no solo mantengas alejada de otras partes del cuerpo, sino que también se encuentre en perfecto estado, por lo que lavarla frecuentemente (por lo menos unas 3 veces a la semana si no es que diario), procurar que se seque en su totalidad entre cada uso (razón por la cual se recomienda sacarla de tu baño y ponerla a secar en lugares con menor humedad) y reemplazarla por una nueva en cuanto veas que se ha deteriorado.